Estudios y enfermedad
Estar enfermos/as es una de esas situaciones que te mata la rutina. Y cuando eres estudiante, la rutina es uno de tus amigos, ése en el que te apoyas, aunque a veces sea cansino. Te encuentras mal físicamente, y te arrastra a nivel anímico.
Estos días he pasado por un catarro bastante fuerte, con fiebre, dolor intenso de garganta, malestar general, etc., que me dejaba derrotada durante todo el día, de manera que el estudio ha pasado a un segundo plano. Sin embargo, en cuanto he podido, he recuperado poco a poco la rutina.
¿Qué podemos hacer cuando estamos enfermos y debemos continuar con nuestras actividades cotidianas? Pues lo primero es tratar de entender lo que necesitamos. Si necesitamos pasar dos días en cama, hay que hacerlo. Forzar la maquinaria solo conseguirá que alarguemos la enfermedad. En mi caso, el descanso y dormir son esenciales para recuperarme rápidamente, por lo que me vuelvo una marmota durante uno o dos días.
El segundo paso es, una vez nos levantamos de la cama, encontrar la forma de sentarnos en la silla del escritorio. Seamos sinceros, estudiar en la cama no nos cunde lo suficiente ni es positivo, así que vamos a tratar de ser efectivos. Nos sentaremos a trabajar durante espacios cortos de tiempo. Podemos acompañarnos de un café o té, de un dulce o una fruta, para hacer nuestro tiempo de estudio más ameno. Al principio evitaremos las tareas más pesadas a nivel cognitivo de lado, para centrarnos en actividades que requieran menor nivel de concentración. Hablo, por ejemplo, de realizar lecturas ligeras, subrayado, quizás algún esquema básico...y poco a poco ir incrementando la complejidad de las sesiones, a medida que nos encontremos mejor.
Siempre es importante estar hidratados, pero cuando estamos enfermos es más importante todavía, por lo que será necesario estar acompañados constantemente de agua.
En resumen, si estamos enfermos debemos ser conscientes de lo que nuestro cuerpo nos pide para recuperarse, y ayudarse poco a poco a mejorar. No podemos ser infalibles en todo momento, pero sí podemos ir recuperando nuestro ritmo mediante pequeños empujones.
Éstos son mis consejos, ¿cuáles son los tuyos? Déjalo en comentarios
Nos leemos pronto.
Qué bien me viene este post.
ResponderEliminarMe siento muy identificada, seguiré tus consejos al pie de la letra.
me alegro!! espero que te vayan bien! besos!!
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